La firma Mercadeo & Moda (Grupo Uribe) – ex-representante de la española Mango (MNG) en Colombia y que dice que presuntamente esta marca violó el contrato para concederle la franquicia a La Riviera – cuenta aún con algunos días para quitar de los avisos de los locales que cerró, la frase ’por competencia desleal’.
M&M presentó un recurso de reposición ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), y hasta que esta entidad no lo resuelva dicha medida no se puede hacer efectiva.
Los pocos días hábiles de la próxima semana haría inviable la entrada en ejecución de la medida cautel ar ordenada por la SIC contra M&M.
La SIC encontró demostrado preliminarmente ayer que M&M realizó una serie de declaraciones públicas en donde afirmó que La Riviera cometió actos de competencia desleal en su contra y que esa es la razón por la cual deben cerrar sus tiendas MNG.
Las afirmaciones se hicieron a través de voceros, representantes o anuncios en distintos medios de comunicación, en vallas o pancartas ubicadas en los establecimientos de comercio y mediante un comunicado.
“Ese comportamiento de Mercadeo & Moda S.A.S. se consideró apto para desacreditar ilegalmente a La Riviera en tanto que hasta el momento no existe una decisión de autoridad competente que indique que, en efecto, incurrió en competencia desleal”, dice el comunicado de la SIC.
Como fundamento de la decisión judicial, la entidad encontró que las afirmaciones no tienen sustento y resultan idóneas para desprestigiar a La Riviera frente a sus consumidores.
Por esa razón, Superindustria consideró preliminarmente que ese comportamiento resultaría ser constitutivo del acto desleal de descrédito establecido en el artículo 12 de la Ley 256 de 1996 y ordenó a M&M, una vez La Riviera constituya caución en los términos exigidos por la ley, a título de medida cautelar, abstenerse inmediatamente de hacer ese tipo de afirmaciones y retirar las vallas o pancartas que las contengan.
El artículo 12 de la Ley 256 de 1996 establece: “se considera desleal la utilización o difusión de indicaciones o aseveraciones incorrectas o falsas, la omisión de las verdaderas y cualquier otro tipo de práctica que tenga por objeto o como efecto desacreditar la actividad, las prestaciones, el establecimiento o las relaciones mercantiles de un tercero, a no ser que sean exactas, verdaderas y pertinentes”.
La Riviera pagó la caución por 50 millones de pesos , y su abogado, el exsuperindustria Gustavo Valbuena Quiñones, dijo estar a la espera de que se ejecuten las medidas cautelares.