Por Ronald Rangel @ronaldrangel
El crecimiento de la economía colombiana fue de 1,3% en el segundo trimestre de este año y según el director del Departamento Nacional De estadísticas (Dane) Mauricio Perfetti, este “se caracteriza por una importante dinámica de la agricultura que registra tres trimestres con crecimientos consecutivos”. En el segundo trimestre de 2016 la economía colombiana creció 2,5%.
Entre abril y junio de este año, la economía colombiana registró un valor de $137,1 billones; mientras que en el mismo trimestre de 2016 fue $135,4 billones.
El crecimiento del PIB fue superior al 1,2% registrado en el primer trimestre del año (revisado al alza desde 1,1%) en in 0,7% y también es superior al 1,2% que esperaba el mercado. El grupo de investigaciones económicas de Fiducóldex señala que “este se convierte en el tercer crecimiento más bajo desde la crisis 2008 – 2009, se muestra el punto de inflexión que estábamos esperando, por lo que creemos que la economía se estará acelerando gradualmente los próximos trimestres”.
Las cifras reveladas por el Dane se explican principalmente por el comportamiento de las siguientes ramas de actividad: agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (4,4%); establecimientos financieros, seguros, actividades inmobiliarias y servicios a las empresas ( 3,9%,) ; y actividades de servicios sociales, comunales y personales (3,0%) . Por su parte, la actividad que registró la mayor caída fue explotación de minas y canteras (6,0%) seguida de la industria con una caída de 3,3%.
Otras actividades mostraron un leve crecimiento como suministro de electricidad, gas y agua con 1,2%; la construcción (0,3%); comercio, reparación, restaurantes y hoteles(0,9%); y transporte, almacenamiento y comunicaciones con 0,7%.
Durante el primer semestre de 2017 respecto al mismo periodo del año anterior el incremento fue de 1,2%. Las actividades con mayor crecimiento fueron: Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; establecimientos financieros, seguros, actividades inmobiliarias y servicios a las empresas; y actividades de servicios sociales, comunales y personales. Por su parte, la actividad que registró la caída más fuerte fue explotación de minas y canteras.