Según cifras de la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantía, Asofondos, en 2016 sus afiliados utilizaron $2,3 billones para compra (48%) y mejoramiento de vivienda (52%), con un incremento del 14,4% frente a lo observado en 2015.
Las cesantías son una prestación que los trabajadores reciben cada año antes del 14 de febrero, no son solamente un mecanismo para protegerse en una coyuntura de terminación de contrato. Estos recursos también han sido un importante apoyo para quienes quieren vivienda propia.
En la última década, los trabajadores retiraron $13,1 billones, 43% de este total se destinó para compra de vivienda y el 57% para mejoramiento de vivienda propia. Sin embargo, mientras que
entre 2007 y 2014, en promedio, el 40% de los retiros por concepto de vivienda correspondían a compra, en los dos últimos años (2015-2016) esta participación se elevó al 48,4% en promedio.
Estas cifras reflejan la tendencia cada vez más creciente que tienen las cesantías para apalancar la compra de vivienda propia por parte de los trabajadores.
“Ha sido un importante incremento en el uso de las cesantías destinadas a vivienda, sobre todo cuando se mira en detalle quiénes se benefician de ellas. La mayoría de los trabajadores que
reciben esta prestación ganan menos de 2 salarios mínimos. Estos recursos pueden ser un ahorro muy importante para lograr vivienda propia” aseguró Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos.
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares realizada por el DANE1, de los trabajadores que manifestaron tener derecho a recibir las cesantías, solo el 33% tenía vivienda propia totalmente
pagada, mientras que el 45% estaba en arriendo y el 7% aún paga el crédito de su casa. No importa si el trabajador vive en arriendo o si aún paga su vivienda, es posible utilizar las cesantías
para adquirir vivienda propia o realizar pagos adicionales a créditos hipotecarios.
Lo que muestran las cifras es que existe una marcada tendencia a retirar las cesantías por estos conceptos una vez son depositadas en la cuenta del afiliado. Por ejemplo, de los $2,3 billones de
pesos retirados por concepto de vivienda, los afiliados retiraron el 60% dentro de los cuatro meses siguientes a su consignación.