En medio de un mar de colores, ritmos y alegría, Barranquilla se viste de fiesta para celebrar su tradicional Carnaval, un evento que no solo es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad reconocido por la UNESCO, sino también un poderoso motor económico para la región Caribe colombiana.
Este año, la «Arenosa» está experimentando un auge sin precedentes. El alcalde Alejandro Char, visiblemente emocionado, declaró: «Barranquilla está en el centro de atención mundial. Nuestro Carnaval no solo es la fiesta más colorida y tradicional de Colombia, sino que se ha convertido en un fenómeno económico que impulsa el desarrollo de toda la región».
Las cifras respaldan el entusiasmo del mandatario local. Según estimaciones de la Alcaldía y la Cámara de Comercio, el impacto económico del Carnaval 2025 alcanzará los $880.000 millones, equivalentes a unos 213 millones de dólares. «Es un récord histórico», afirmó la Cámara de Comercio de Barranquilla. «Estamos viendo cómo la cultura se traduce en prosperidad para miles de familias barranquilleras».
La fiesta no solo trae color a las calles, sino también empleo a los hogares. Se estima que el Carnaval está generando alrededor de 193.000 empleos directos e indirectos. Desde vendedores ambulantes hasta artesanos, músicos y personal de hoteles, la economía local vibra al ritmo de la cumbia y el mapalé.
La afluencia de visitantes es otro indicador del éxito de esta edición. Se proyecta la asistencia de aproximadamente 780.000 personas a los eventos públicos y privados durante los cuatro días centrales de la fiesta. «Considerando que muchos asistirán a múltiples eventos, esperamos un total de 2,1 millones de entradas sumando todos los espectáculos», explicó Juan José Jaramillo, gerente del Carnaval.
El sector hotelero reporta una ocupación cercana al 100%, mientras que restaurantes, bares y comercios locales ven multiplicadas sus ventas. «En estos días, vendemos lo de un mes normal», comentó emocionada Luz Marina Pérez, propietaria de un restaurante en el tradicional barrio El Prado.
El «fenómeno Shakira», con sus recientes conciertos en la ciudad, ha servido como un preámbulo excepcional para el Carnaval. «La presencia de Shakira ha puesto a Barranquilla en el mapa mundial, atrayendo a miles de turistas adicionales», señaló Carlos Prasca, director del Instituto Distrital de Cultura y Turismo.
Para medir con precisión el impacto económico, las autoridades locales utilizaron la herramienta «Event Impact Calculator (EIC)», desarrollada por Oxford Economics & Destinations International. «Esta metodología nos permite tener una visión clara y precisa del impacto real del Carnaval en nuestra economía», explicó el economista Jaime Bonet, gerente del Banco de la República en Barranquilla.
El Carnaval de Barranquilla no solo preserva tradiciones centenarias como la Batalla de Flores, el Desfile de la Gran Parada y el entierro de Joselito Carnaval, sino que también se reinventa cada año. «Hemos incorporado nuevas tecnologías y espectáculos para atraer a un público más diverso, sin perder nuestra esencia», comentó Carla Celia, directora de Carnaval S.A.S.
Mientras las calles se llenan de comparsas, disfraces y música, Barranquilla demuestra que la preservación de la cultura puede ir de la mano con el desarrollo económico. El Carnaval 2025 no solo está dejando recuerdos inolvidables en los corazones de locales y visitantes, sino también un impacto tangible en la economía de la región.
Como dijo la Reina del Carnaval, María Alejandra Caicedo, en su discurso inaugural: «Nuestro Carnaval es magia, es tradición, pero también es progreso. Cada marimonda, cada cumbia, cada alegría que compartimos, se traduce en bienestar para nuestra gente. ¡Quien lo vive, es quien lo goza… y quien lo goza, lo hace crecer!».
Así, entre máscaras de torito y al son de «Te olvidé», Barranquilla no solo celebra su fiesta más importante, sino que también escribe un nuevo capítulo en su historia económica, demostrando que cuando la cultura y la economía bailan juntas, el resultado es una sinfonía de prosperidad y alegría.