El Banco Mundial ha proyectado que la economía colombiana crecerá un 3% en 2025, consolidándose como la tercera de mayor expansión en América Latina, solo superada por Argentina (4,7%) y Paraguay (3,6%), repunte que estará impulsado por la recuperación del consumo privado, la inversión empresarial y una inflación controlada, según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales publicado esta semana.
El crecimiento estimado para Colombia no solo supera el promedio regional de 2,5%, sino que también refleja una mejora significativa frente a los resultados de 2024, cuando el país enfrentó una desaceleración económica. «El consumo y la inversión privada serán los motores principales de esta recuperación, apoyados por una política monetaria más flexible y una inflación que se espera cierre en el rango meta del Banco de la República», destacó el informe del Banco Mundial.
Factores clave detrás del crecimiento
La disminución de las tasas de interés, actualmente en 9,5%, será un factor determinante para estimular tanto el consumo como la inversión. Se espera que estas tasas desciendan gradualmente durante el año, mejorando las condiciones financieras para las empresas y los hogares.
Además, la inflación, que cerró en 5,2% en 2024, continuará su tendencia a la baja hasta alcanzar aproximadamente un 3% al finalizar 2025. Esto permitirá un mayor poder adquisitivo para los colombianos y reducirá los costos operativos de las empresas.
Según Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, «la recuperación del consumo privado será clave. Hemos visto un aumento en el gasto de bienes durables como automóviles y electrodomésticos gracias a mejores condiciones financieras para los hogares». Este comportamiento también se reflejará en sectores como infraestructura y tecnología, que liderarán las inversiones durante el año.
Riesgos y desafíos
A pesar del optimismo generado por estas proyecciones, expertos advierten sobre posibles riesgos para la economía colombiana. Entre ellos se encuentran la inestabilidad fiscal y los efectos de un crecimiento global moderado (2,7% según el Banco Mundial), que podría impactar negativamente las exportaciones.
Adicionalmente, factores externos como una menor demanda de China por productos básicos podrían limitar el dinamismo económico regional.
Por su parte, la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) ha subrayado la importancia de atraer inversión extranjera directa para consolidar este crecimiento. «Es crucial establecer políticas claras que generen confianza entre los inversionistas internacionales», afirmó Imelda Restrepo, vicepresidenta de Desarrollo Económico de la ANDI.
Con estas perspectivas positivas pero desafiantes, Colombia se perfila como uno de los líderes económicos en América Latina para 2025. Sin embargo, su capacidad para mantener este ritmo dependerá del manejo adecuado de sus políticas económicas y fiscales.