A pesar del ambiente de incertidumbre por el que atraviesa hoy el sector de hidrocarburos en Colombia, el presidente de la Asociación Colombia de Petróleo y Gas (ACP), Francisco Lloreda Mera, señaló que hasta el momento no es posible cuantificar el decrecimiento que podría darse en la inversión privada, debido a que no hay claridad sobre las decisiones futuras del gobierno enmarcadas en su agenda ambientalista.
De hecho, ya para las compañías relacionadas con los hidrocarburos, la recién aprobada Reforma Tributaria es un golpe fuerte a sus finanzas, debido a que les impuso gravámenes adicionales que ponen en riesgo su operación dado que se enfrentan a nuevas reglas de juego dentro de escenarios que, de momento, el gobierno dice que no van a cambiar.
Para los gremios del petróleo es lógico que medidas como la no deducibilidad de las regalías del impuesto de renta, más los incrementos en otros impuestos, les ponen una carga fiscal adicional que podría hacerles replantearse su decisión de seguir invirtiendo en Colombia.
Empresas que quieren seguir apostándole a Colombia
Lloreda aseguró que si bien es cierto hay un porcentaje de empresas que han expresado abiertamente su decisión de decrecer sus inversiones en el país, no es menos cierto que hay otras que quieren hacer una última apuesta y es posible que no solo mantengan su ritmo de inversiones, sino que aumenten.
“Estamos a la expectativa de los resultados de nuestro estudio de ambiente empresarial que haremos a finales de año, el cual nos arrojará luces más ciertas sobre el futuro de las inversiones en el país y allí podremos saber con exactitud qué están pensando los empresarios del sector en torno a lo que está sucediendo”, precisó Lloreda.
“No podemos negar que una serie de decisiones que ha tomado el gobierno que están sobre la mesa conducen a una gran cautela de parte de las empresas. Una es la reforma tributaria como como se terminó aprobando. Y que sin ninguna necesidad golpea a la industria, especialmente a las empresas privadas. La otra, pues la indefinición respecto de si se van a suscribir nuevos contratos de exploración y producción y eso es muy importante hacia el mediano plazo para que las empresas tengan claro si siguen invirtiendo en Colombia y lo tercero, pues estamos a la espera de ver cómo se va a terminar implementar el acuerdo de Escazú que ya fue aprobado y sancionado. Dijimos hasta la saciedad que Colombia no lo necesitaba y que era inconveniente”, enfatizó el dirigente gremial.
Todas estas situaciones en conjunto, han llevado a que el sector de los hidrocarburos en la actualidad se encuentre bajo un manto de incertidumbre en torno a lo que pueda suceder en el futuro de corto, mediano y largo plazo.
Los petroleros estiman que las condiciones actuales podrían generar un clima negativo de inversiones, pero confían en la sensatez del gobierno sobre el proceso de transición energética y el papel fundamental que juega el sector minero energético.
A pesar de todo ello, la industria se muestra optimista, hay contratos que están andando y muchos de ellos están en fase de producción, lo cual le está aportando billonarios recursos al país, a lo cual se suma el mayoritario apoyo que existe en el país en torno a la industria petrolera y su importancia para el desarrollo económico nacional.